Te despiertas en la mañana, un poco cansado por la desvelada del día anterior. Abres la llave de la regadera, porque en realidad necesitas darte un baño para despertar y llegar al trabajo… no sale agua caliente! Te has quedado sin gas! Eso te hace sentir mal, pero nimodo! Hay que llegar a la oficina, así que te bañas con agua fría.
Sales de tu casa (tarde porque te tomo unos minutos comprobar que no tenías gas) sin desayunar.
Vas en el auto sorteando el tráfico, molesto porque parece que hoy nadie sabe manejar.
Llegas al estacionamiento, alcanzas a ver un solo lugar en el fondo. Obviamente vas a toda velocidad hacia el (para que nadie te lo gane).
Te concentras en llegar al lugar que viste. Y sin querer golpeas otro auto en el trayecto! ¿Cómo es eso posible? Justo hoy que tienes el tiempo contado!
El encargado del estacionamiento llega rápidamente hacia ti y te dice que tendrás que pagar los daños. Tú accedes, le dejas tus datos y vuelves a dirigirte hacia el lugar que habías visto vacío, solo que ahora, después de tu discusión con el encargado, y mientras le proporcionabas tus datos alguien ha ocupado ya el lugar!!! ¿Podría el día ser peor?
Buscas rápidamente otro lugar, no hay ninguno. Tendrás que dejar tu auto en la calle.
Te estacionas. Subes rápidamente a la oficina (recuerda que ya es muy tarde) y resulta que hoy había junta y tú no lo recordaste!!!
¿Te suena familiar esta historia? ¿Alguna vez has estado en una situación parecida? ¿Como te sentiste ante esta situación? Cómo una víctima ¿cierto?
A veces no nos explicamos porque pasan cosas así, y sentimos que todo se ha confabulado en nuestra contra. Nos victimizamos.
Pero esa es sólo la forma en que nosotros queremos verlo.
La Kabbalah nos enseña que no existe tal cosa como «víctima de las circunstancias».
Somos responsables de lo que nos pasa, porque todo es consecuencia de nuestras acciones.
Y si somos víctimas es únicamente de nuestra propia mente, de nuestros patrones de pensamiento y de nuestra percepción.
Es cierto que a veces las cosas se salen de nuestro control, pero nosotros tenemos el poder de controlar nuestra reacción ante dichas cosas. Utiliza ese poder para darle un giro a lo que te sucede y verás que nunca mas volverás a ser una víctima.