¿Alguna vez te has sentido rebasado por las circunstancias? ¿Has creído que no vas a lograr salir adelante? Esa sensación es más común de lo que crees. Todos nos hemos sentido impotentes alguna vez en la vida.

Cuando eso sucede, es importante saber qué hay cosas que no podemos controlar y que por lo tanto no podremos resolver, pero que no por eso perdemos valor o no somos lo suficientemente capaces. Al contrario, al reconocer que no podemos controlar todo, estamos dando un paso hacia adelante, estamos en una mejor situación porque somos conscientes de nuestros límites.

En algunas ocasiones, las situaciones difíciles nos hacen sentir rebasados y perdemos la fe en nosotros mismos, dejamos de creer en nuestras habilidades y capacidades; lo que nos vuelve vulnerables y dependientes.

Por eso, por más difícil que sea una situación, no debemos dejar de creer en nosotros y en nuestra capacidad para salir adelante. Suena fácil, pero es complicado y no todas las veces logramos deshacernos de esos sentimientos de impotencia. Así que cuando estés inmerso en esta situación, piensa en ti, en donde estás ahora, de donde vienes y cuánto has avanzado para llegar hasta ese lugar, ese momento. Te darás cuenta que el camino no ha sido fácil pero que has podido sortearlo, te será más fácil reconocer tu valía, tus fortalezas y esto te ayudará a mantener la confianza en ti mismo.