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¿Te ha sentido estresado? ¿Como se siente? ¿Sabes que es el estrés?

Nuestro cuerpo está diseñado para tolerar diversas condiciones de vida como temperaturas, humedad y altitud extrema. ¿Como lo logra? Pues gracias a sus células, órganos y sistemas que se unen y cooperan entre sí para propiciar un ambiente interno que se mantenga estable independientemente de lo que suceda en el exterior.

Nuestro cuerpo se adapta y responde ante diferentes situaciones y actividades, por ejemplo, cuando nos ejercitamos, el cuerpo ajusta la respiración, la frecuencia cardiaca u la presión sanguínea para conservar su estabilidad interior.

Existen factores que amenazan o destruyen ese equilibrio interno, a los que se les llama «estresantes» y al efecto que tienen sobre nuestro cuerpo se le llama «estrés».

Los elementos estresantes pueden afectarnos de muchas maneras. Hay estrés físico y estrés emocional. Entre los estresantes físicos están las grandes altitudes, los climas extremos, ejercicio, falta de sueño e incluso las heridas que podamos tener en el cuerpo. Y entre los estresantes psicológicos o emocionales se encuentran el miedo, la ansiedad, la ira y la aflicción.

Pero no todos los estresantes son nocivos para el cuerpo, pues para estar saludables y activos nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan estímulos. Sin el estímulo de los estresantes, mente y cuerpo se hundirían en la inercia y en la depresión. Para mantener la salud necesitamos cierta cantidad de estresantes. Sin embargo, es fundamental aprender a manejar la sobrecarga de estrés.

Los estilos de vida que tenemos actualmente contribuyen al aumento de estrés, ya sea que nos encontremos empleados o trabajemos por nuestra cuenta, siempre hay plazos que cumplir, actividades que deben realizarse casi de manera simultánea y eso nos afecta enormemente. También a veces podemos aumentar inconscientemente los niveles de estrés con malas posturas corporales, permanecer sentados por largo tiempo, etc.

Cuando el estrés nos bombardea es necesario hacer una revisión de nuestra vida e incluso cambiarla si fuera necesario.

Debemos aprender a tranquilizarnos, a relajarnos para recuperar el contacto con los ritmos naturales del cuerpo, la mente y el espíritu.

Existen disciplinas como el Tai Chi, el Yoga o la meditación que pueden ayudarte a restablecer el equilibrio en tu cuerpo y vivir una vida más saludable. ¡Inténtalo!