El concepto de enfermedad se extiende más allá del mal que aflige al cuerpo. Esto incluye la «pobre salud» de un negocio, una «dolencia» en una relación y la «enfermedad» emocional como la ansiedad y la depresión. Con la herramienta correcta podemos sanar todas las formas de enfermedad.
Hay dos formas de activar completamente el poder de curación:
1. Pensar en los demás. Meditemos en las personas que también necesitan curación. Cuando la energía de curación pasa a través de nosotros para asistir a los demás, automáticamente recibimos los beneficios nosotros mismos. Mientras más compartimos, más recibimos.
2. Ser responsables. Denemos dejar la mentalidad de víctimas. Debemos entender que fue algo que hicimos, en esta vida o en una vida pasada, lo que trajo la enfermedad. Causas inmediatas como la comida que comemos o nuestra conformación genética, son simples armas que nos infligen la enfermedad. Esas no son causas, sino los efectos.
Culpar a alguien o a algo nos absuelve de la responsabilidad personal. Pero si aceptamos nuestra responsabilidad al 100%, entonces y sólo entonces, las herramientas de los 72 Nombres de Dios despiertan la Luz del Creador para que podamos ser curados.
Meditación
El poder de este Nombre nos trae la energía de curación al nivel más profundo de nuestro ser, por que aceptamos la responsabilidad por nuestro estado y condición actual, y nos concentramos en otros que también necesitan curación.